Historias de adaptación y superación en Antamina a través de Gerardo Socualaya y Roberto Vargas.

Historias de adaptación y superación en Antamina a través de Gerardo Socualaya y Roberto Vargas.

Historias Antamina
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Historias de adaptación y superación en Antamina a través de Gerardo Socualaya y Roberto Vargas.
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Conozcamos más sobre la actividad minera y la importancia de la capacitación constante para lograr la superación profesional y personal. Escuchando las experiencias y trabajo realizado por Gerardo Socualaya, maestro mecánico y Roberto Vargas, operador de laboratorio químico de Antamina.

 

 ¡Hola amigos! Seguimos viviendo las celebraciones por nuestros 20 años de aniversario. Gracias por vivirlo con nosotros a través de Soundcloud y Spotify. Nuestros invitados son Roberto Vargas, operador de Laboratorio Químico, y Gerardo Socualaya, maestro mecánico que trabaja en mantenimiento y servicios. Roberto Cuéntanos, ¿cómo fue tu ingreso a la familia Antamina? 

Roberto Vargas: 

Yo estudié computación e informática y para ese momento la compañía requería gente con grado universitario o grados de educación técnica y la verdad que tuve la fortuna de ingresar. Al inicio, los tres primeros meses fueron los más duros porque tenía que acostumbrarme a un sistema en el cual yo nunca había laborado, la minería era algo muy nuevo para mí.  

Para mi suerte, siempre tenía compañeros que ya habían estado en otras minas como Sauber, e inclusive Yanacocha y ellos me comenzaron a entrenar y tengo que reconocer que no fueron egoístas para nada, me enseñaron todo y la verdad que lo he podido emplear bien. Esa es la experiencia que yo tengo, más o menos de esas épocas. 

Anfitriona: 

Y es que casi siempre el inicio requiere mayor esfuerzo. Gerardo, ¿tú ingresaste Antamina en enero de 1999, qué cambios has visto en tu área de trabajo? 

Gerardo Socualaya: 

Antes de llegar a Antamina, estuve trabajando en el proyecto Pierina, y se me presentó la oportunidad de venir hacia Antamina y yo llegué con una empresa translate, pero era trabajo directamente por Antamina. De ahí pasamos nosotros, todo un grupo que estamos trabajando en parte la laguna, pasamos a lo que es Antamina en apoyo en todo queda mantenimiento porque en ese tiempo teníamos a cargo todo lo que eran las electrobombas, grupos electrógenos, máquinas de soldar, algunos equipos pequeños. Entonces nosotros hacíamos mantenimiento a todos esos equipos y en ese tiempo el grupo más grande, el grupo electrógeno más grande que teníamos era el de 500 kg. 

Como mantenimiento de servicios, lo que nosotros hacíamos era mantenimiento a todo lo que eran las instalaciones, por lo que en el área eso tenemos un grupo de personas, electricistas, mecánicos, soldadores, carpinteros y después con el tiempo eso ya fue cambiando, entonces nos dedicamos solamente a lo que es apoyo con grúas, equipos, también parte de chancado. 

Anfitriona: 

Cuéntennos sobre la evolución de la vida en Antamina desde sus inicios. 

Gerardo Socualaya: 

Para mí fue un nuevo reto venir hacia Antamina de lo que estaba en un proyecto. Primero fueron los horarios porque normalmente trabajamos en 21 por 7 en diferentes horarios y aparte de eso, cuando directamente pasamos a Antamina, era prácticamente un turno casi fijo el 10 por 10. Había un poco más de opciones, hasta cuando uno bajaba, de repente podías hacer algo más, como un curso de capacitación. Uno de todas maneras, siempre tiende a seguir a eso de capacitarse un poco más porque no es el hecho de decir yo soy profesional, ya me puedo estancar ahí, al contrario uno tiene que capacitarse de vez en cuando un poco más para cuando vengan nuevos compañeros, nuevos trabajadores, que uno no esté relegado, claro uno podrá tener la experiencia, pero de todas maneras siempre es bueno estar actualizándose. 

Anfitriona: 

El constante aprendizaje también es clave para seguir vigentes. ¿Y tú, Roberto? 

Roberto Vargas: 

Me contratan como ayudante de laboratorio, era lab helper, y luego con el correr del tiempo, un jefe nuestro, Jack Stanley, nos hizo un curso que se llamó asistentes químicos para laboratorio con unos instructores de Tecsup. Participé, y luego de eso con el tiempo, llegué a ser operador del laboratorio químico. Yo inicié en Yanacancha, en un laboratorio pequeñito que era el laboratorio piloto y luego pasé al laboratorio de la planta concentradora, ahí he trabajado hasta el año 2005 aproximadamente y principios de 2006. 

Luego de eso, pasé a lo que es el laboratorio químico de Puerto Punta Lobitos, y continué operando y pasé a operador de laboratorio químico. Mi tarea normalmente en Yanacancha era muestrar las pulpas y los puntos donde se requerían los análisis. Luego estuve en la parte geológica y en la sala de medio ambiente estuve ayudando en tiempo. 

Anfitriona: 

Wow, has pasado por muchas áreas, algo característico en muchos pioneros para finalmente quedarte en lo tuyo. En el laboratorio se debe tener la seguridad muy presente, coméntanos sobre algún cuidado que hagas automáticamente al llegar a tu lugar de trabajo. 

Roberto Vargas: 

En realidad a nosotros no nos tiene que decir algo, desde el momento que entra al área de trabajo, uno está con su mandil antiácido, las gafas y a nosotros nunca nos debe faltar el guante nitrilo. Es más, en alguna ocasión uno se olvida y se lleva una mala experiencia porque te pica que da miedo. Así que este nosotros llevamos el guante de nitrilo hasta para salir un rato, En todo momento estamos con guante de nitrilo, pero es bonito, un área pequeña y Puerto Punta Lobitos, y hay un buen ambiente, hay colaboración de los compañeros hacia uno y viceversa. 

Anfitriona: 

¡Qué bonita idea! Como se dice, uno para todos y todos para uno. Y Gerardo,  ¿Cuál es tu orgullo desde que estás en Antamina? 

Gerardo Socualaya: 

Mayormente, en casi todas las actividades uno se tiene que sentir orgulloso de lo que uno realiza, aparte de eso, los trabajos que uno de los realiza uno tiene que estar presto a que las actividades le tienen que salir bien, uno tiene que tener la predisposición de estar seguro que las actividades van a salir bien. El conjunto del grupo de personas que tenemos, todos son profesionales, todos son técnicos, entre todos se tienen que hacer una buena actividad. 

Anfitriona: 

Y tú, Roberto, ¿qué has encontrado en Antamina desde que llegaste y te deja sentir parte de esta familia? 

Roberto Vargas: 

Me siento parte del engranaje de la compañía, siento que estoy contribuyendo con un granito de arena y para ser franco, la compañía también contribuye con nosotros bastante, y no solo en la parte económica, sino en la parte cultural. Porque hay un Roberto antes y uno después de Antamina.  

Yo inicié como trabajador empírico. Y, efectivamente, he encontrado gente muy generosa en el laboratorio químico Yanacancha y también en Puerto Punta Lobitos, gente que ya venía con una experiencia con un bagaje en minería inmenso, algunos tenían 10 años, otros 12 años y no fueron egoístas, por el contrario,  compartieron todo y esa es la parte más grata que pudo rescatar de la compañía. Su personal. 

Anfitriona: 

Personal del cual ustedes hacen parte. Felicidades por este trabajo que hace que nuestra familia siga siendo reconocida, no solo por sus experiencias sino por el criterio y actitud. Y justamente hablando del trabajo, ¿cuáles son sus actividades específicamente en un día común?  

Roberto Vargas: 

En realidad, tengo dos facetas, la faceta cuando hay barco y cuando no tenemos barco. La faceta más crítica es cuando tenemos barco, porque tenemos que dar resultados a tiempo y como laboratorio, nosotros tenemos que ser certeros con nuestros resultados. Y nuestros clientes que en este caso son las personas que están vigilando el embarque están pendientes. 

Entonces hay que hacerlo bien, hay que hacerlo rápido y las muestras salen aproximadamente cada 20 minutos. En ese momento nos falta tiempo nosotros, para serle franco, el día se pasa rapidísimo, el turno se pasa rápido, pero luego, al final uno se va tranquilo. Sí se cumplen las expectativas y estamos entrenados para eso, ya tenemos tiempo haciendo eso. 

El otro día normal, cuando no tenemos barco, es un día en el cual nosotros empezamos con nuestro superior y coordinamos el trabajo, disponemos, a veces hacemos pruebas y ya nos preparamos para un día que tenemos barco. Lo que hacemos es este cada 500 toneladas, se toma una muestra, de la que emitimos los resultados en lo que se refiere por ejemplo al concentrado de zinc y el porcentaje de cobre, y en lo que se refiere al concentrado de cobre, los penalizables como el bismuto, el arsénico y el porcentaje de signo. Esas son las leyes que se les entrega a nuestros clientes. 

Anfitriona: 

Ello pasa en Puerto Punta Lobitos que recientemente ha recibido el reconocimiento Green Port Awards System otorgado por la cooperación económica Asia Pacífico (APEC), debido a la excelente gestión ambiental realizada por Antamina. 

Ahora, cuéntanos Gerardo, ¿cómo es para ti un día común en el campamento Yanacancha a 4200 MSNM?  

Gerardo Socualaya: 

Como maestro mecánico, aquí en el área hay un apoyo a todo lo que es el equipo de viaje y aparte hago las dos funciones de apoyo, la supervisión y también las funciones de apoyo en la programación. 

Anfitriona: 

Y como recordamos, estamos de aniversario, así que queremos escuchar sus palabras. 

Roberto Vargas: 

Mis felicitaciones a todos los compañeros, a los de la empresa, a todos estos 20 años. Y que sigamos adelante. Con el esfuerzo de todos vamos a seguir y conseguir muchas cosas más. Me siento orgulloso de trabajar en proyectos como estos y el único consejo que le puedo dar a los demás compañeros es que sigan adelante y que se sigan superando. Toda viene de acuerdo a la perspectiva que cada uno se traza. Si yo me trazó una meta, decir, entonces yo tengo que hacer las cosas o sacrificarme en algo para poder ayudar a conseguirlo. 

Gerardo Socualaya: 

Le diría muchas gracias, tengo mucha gratitud. Antamina me ha dado todo desde el 2000 hasta la actualidad. He conseguido algunas cosas materiales y de alguna manera también me he educado como persona, como cultura, definitivamente yo le guardo mucho cariño y le voy a dar mucha gratitud, mucho agradecimiento. Estoy muy agradecido con la compañía, no me puedo quejar en ese aspecto, sí, gracias a los muchachos por tolerarme por tenerme, de alguna manera o en algún momento, a veces uno se puede equivocar o puede tardar su resultado, pero siempre han sido gente muy comprensiva, gente que apoya y eso es algo que me lo voy a llevar siempre en mente, en mis sentimientos, mi día a día, he aprendido mucho en esta mina. 

Anfitriona: 

Estamos seguros que has conocido más sobre nuestras operaciones y nuestra gente que es lo más importante, tal como lo han dicho nuestros invitados de hoy. 

Gracias Roberto y Gerardo. Gracias a todos ustedes por celebrar esta fiesta con nosotros. Nos reencontramos el siguiente jueves con más Historias Antamina. Chau. 

Historias del Puerto Punta Lobitos a través de Teófilo Cruz y Eleuterio Rivera, pioneros de Antamina.

Historias del Puerto Punta Lobitos a través de Teófilo Cruz y Eleuterio Rivera, pioneros de Antamina.

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Historias del Puerto Punta Lobitos a través de Teófilo Cruz y Eleuterio Rivera, pioneros de Antamina.
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Descubramos más del punto de embarque del mineral hacia el mundo, Puerto Punta Lobitos. Conociendo el trabajo en la concentradora de Antamina con los testimonios de Teófilo Cruz, Operador Shiploader y Eleuterio Rivera, Supervisor de Concentradora.

 

Así es amigos, seguimos de fiesta en Antamina cumpliendo 20 años de éxitos que hoy recordamos con nuestra gente y sus historias de tantos años de trabajo y profundo cariño a este. Su segundo hogar como es Antamina. Hoy tendremos el gusto de conversar con Teófilo Cruz, quien es Operador Shiploader y trabaja en puerto Punta Lobitos desde el 2001. Y con el Eleuterio Rivera, Supervisor Senior de Concentradora, ingeniero que anheló llegar a Antamina y lo hizo recientemente. ¿Cómo estás, Teófilo, qué sientes al trabajar ya 20 años en Antamina y ser parte de todo el proceso de crecimiento?  

Teófilo Cruz: 

Feliz y contento de trabajar en la Compañía Minera Antamina, desde el 2001, el 15 de febrero, me acuerdo muy bien, cuando subimos a la mina, obtuvimos cómo inicio un curso de Concentradora, antes de bajar a PPL, me desempeñé como ayudante de molienda y operador de cargador en la concentradora. Aprendí muchas cosas ahí de molienda, de flotación, de reactivos, fue una experiencia muy grande para mí, cumpliendo mis retos. L 

Luego concursé para operador de cargador a PPL, en las cuales, con éxito, pude ganar el concurso desde ahí me fui a PPL y ahí estuve como operador de cargador y entrenando a los demás compañeros, dando curso porque recibí un curso para entrenar a los nuevos operadores, pero mi meta era llegar un poco más, subir a Shiploader, quería subir al barco a embarcar, quería aprender todas esas cosas que pasando el tiempo que me entrenen Operadores Shiploaders. Subí al barco y ahora me encuentro como operador de Shiploader trabajando 10 por 10. 

Anfitriona: 

Reto cumplido entonces, Teófilo, ¡felicidades por tus 20 años! Un pionero que consiguió lo que se planteó. Nos alegra ese resultado. Asimismo, nuestro amigo Eleuterio también logró lo que anhelaba que era llegar a Antamina. Y lo hizo hace dos años. Cuéntanos Eleuterio, ¿cómo nace tu historia en nuestra familia? 

Eleuterio Rivera: 

Yo soy ingeniero químico de profesión, tengo más de 20 años de experiencia en el rubro minero y sobre todo en lo que es procesos metalúrgicos, en plantas concentradoras en el proceso de hidro metalúrgico. Ingresé a mi labor en Antamina, en junio del 2019, así que ya tengo dos años y tres meses aproximadamente en la compañía y antes de eso pasé por diferentes empresas. 

Empecé en Centromin Perú, también tuve experiencia en la refinería de Cajamarquilla, en el procesamiento de zinc básicamente. Diez años estuve en Southern Perú, en concentrado de Toquepala, y luego de esa experiencia, tuve la oportunidad de enrolarme, para minera Las Bambas, planta concentradora también. Luego hubo una oportunidad para postular a Antamina, así que ni bien vi el comunicado, postulé y después del proceso de selección, logré entrar a Antamina el año 2019 y hasta el día de hoy. 

Anfitriona: 

Eleuterio, y ¿cómo te ha recibido Antamina? Una manera de medir nuestra satisfacción cuando hacemos algo, es visualizando nuestros logros. ¿Cómo te sientes en ese aspecto? 

Eleuterio Rivera: 

Antamina es una empresa de clase mundial, en el cual uno se siente a gusto a trabajar y puede lograr tanto los objetivos y metas personales como también los de la organización. Es una compañía en el cual te permite trabajar y desarrollarte como profesional. 

Me han permitido también compartir un poco más tiempo con la familia, organizarme mejor, porque en el anterior trabajo que tenía, había más días en los que estaba de viaje por el trabajo también y menos tiempo con la familia. En este caso, desde que empecé a trabajar con Antamina, ha sido un poco más equilibrio en ese sentido y también, en la unidad donde estoy trabajando, en Huarmey, en este caso es cercano a Lima donde radico hacia Huarmey. Eso me ha ayudado a compartir un poco más tiempo con la familia y también yo, personalmente, trato de planificar los días libres, los cuales trato de estar más con la familia, con mis hijos y darle calidad de vida, trato de recuperar en esos días, los días que estoy ausente, salir al parque, llevarlos a pasear enseñarles de repente algo de algunos cursos del colegio, lo que siempre necesitan los chicos. Con mis dos hijos yo trato de mantener ese equilibrio, tanto el trabajo como la familia son importantes. 

Anfitriona: 

Palabra clave, equilibrio. ¡Qué bueno, Eleuterio! Ahora Teófilo, sabemos que en Antamina formas parte de un gran equipo de trabajo. ¿Qué es lo que más valoras desde que estás en Antamina? 

Teófilo Cruz: 

Lo que más valoro es el trato que nos damos entre los mismos compañeros. A veces ocurren algunos problemas fuera y llegamos allá, a veces conversando, nos olvidamos de esos problemas, nos concentramos más en el trabajo, uno confía en los compañeros. Te hablan, te conversan, te tratan como un hermano, te tratan como una familia, es un valor tan hermoso trabajar con los compañeros. Sabes qué, vamos a hacer esto mañana, y cómo lo hacemos, lo proponemos al supervisor, el supervisor nos da el visto bueno, y nosotros lo hacemos.  

A veces nos enorgullece el supervisor cuando viene y nos dice, tenemos este trabajo para mañana, cómo lo hacemos y se coordina bien, el supervisor nos pregunta cómo se puede hacer y qué se necesita para hacer. Necesitamos algunas herramientas, él lo pide altoque, y todo nos proporciona y nosotros trabajamos contentos porque tenemos todo el apoyo que se nos merece. 

Anfitriona: 

Y justamente destacamos la labor de los supervisores como nuestro amigo Eleuterio. Cuéntanos ¿cómo es liderar a tantas personas y cómo es tu trabajo? 

Eleuterio Rivera: 

Es gestionar las necesidades de nuestros colaboradores, en este caso en puerto, y en el día a día en la operación. Básicamente mi trabajo consiste en supervisar y gestionar las operaciones en puerto, que es del concentrado que llega por Mineroducto. Nosotros lo almacenamos en unos tanques, lo espesamos hasta lograr un porcentaje sólido de 70% a 72%. Luego del espesamiento, nosotros lo alimentamos a los filtros y en los filtros separamos el agua del concentrado. Entonces el concentrado se ha filtrado por una humedad de 9% aproximadamente. Lo almacenamos y lo apilamos de acuerdo a las diferentes calidades que tiene el concentrado y luego de acuerdo a pedido del cliente, nosotros estamos embarcando los concentrados, y están vendiéndose a diferentes países, en este caso se van a China, a Canadá, Alemania, de acuerdo a las solicitudes de los clientes.  

La parte del agua que nosotros separamos del concentrado ingresa a una planta de tratamiento de efluentes donde esos contenidos metálicos que hay en el agua, tanto el cobre, el zinc, el fierro, el cianuero que es propio del proceso que se genera en la planta concentrada Yanacancha, tenemos que removerlo para que sea un agua apta y de calidad para el riego del bosque, ya que tenemos un bosque de 110,000 hectáreas y ese bosque se riega prácticamente con esa agua que recuperamos. 

Anfitriona: 

Ahora les comentamos a ambos, dentro de sus arduas labores, tanto como Operador Shiploader trabajando prácticamente en el mar y como Supervisor de Concentradora, debe haber anécdotas.¿Cuéntanos solo una? 

Teófilo Cruz: 

Estaba haciendo un trabajito de trasladar un cargador frontal de Tarapoto hacia Lima. Me llamaron justo a mi casa para que yo pueda subir el día 14 de febrero y mi esposa me dice, te han llamado para que subas mañana y yo llego el 13 de febrero, entonces me voy, me dijeron a las a las 7:30am o a las 8 y yo llego media hora antes y el bus justo había partido. Y yo dije, lo alcanzo donde sea, pero el bus no puede parar, cuando ha partido, ya no puede abrir sus puertas hasta Barranca. Entonces me fui hasta Barranca, con otro carro particular, dije ya me voy hasta allá y lo alcanzo. No alcance al bus, tenía que irme hasta Conococha, a donde tenía que ir como sea con un carro particular hasta Huansala.  

Por suerte, había un disal que estaba, recolector de desperdicios de basura, entonces le pedí de favor que me lleve, pero con este frío tremendo, pero yo quería el trabajo. Yo quería trabajar con ese carro, me fui hasta el control. Esta vez el control estuvo, el cual estaba lejos todavía. Llegué ahí, pero ya no había carro para irme, porque él de disal me dejó ahí y se fue. Así llegué a la mina a las 10 de la noche, con hambre, pero dije, lo importante es que estoy aquí y como antes estuvimos en el cuarto, donde compartía con 3 personas más. Llegaron a eso de las 11 o 12 de la noche los compañeros y yo estaba durmiendo en la parte alta, eran 2 camarotes para cuatro personas. 

Entonces ellos llegaron y empezaron a comer. Yo estaba con hambre y ver lo que estaban comiendo, imagínese, no les dije nada. Lo único que hice fue cerrar mis ojos y dormir, nada más. Hasta que amaneció me fui a desayunar tranquilo. Esa es una anécdota bien grande que me acuerdo hasta ahora y llegue a como de lugar, no me quedé con que no hay carro. Me fui así y caminé, yo estuve caminando como 2 km, ya era de noche y estaba asustado, justo apareció ahí una camioneta de los vigilantes y me dijo, ¿a dónde vas? Te llevamos hasta el 30, ahí me llevaron a mi destino final. Es una anécdota bien hermosa, pero lo importante es que obtuve el trabajo, valió la pena pasar todo eso porque me siento orgulloso de trabajar en Antamina y estaría 20 años más. 

Anfitriona: 

¡Qué tal travesía para llegar a Antamina! Como dicen, el que la sigue la consigue. Y tú Eleuterio, ¿alguna anécdota von tu nuevo equipo? 

Eleuterio Rivera: 

Antes de pandemia, nosotros celebrábamos los cumpleaños del mes, con nuestros colaboradores en el cual se les reunía a todos los colaboradores que cumplían ese mes, en el cambio de guardia. Compartíamos una torta, unos bocaditos en el cual los conmemorábamos, era un momento de unos 15 minutos de algarabía y de contar algunas anécdotas, incluso al momento de cantarle el feliz cumpleaños, el cumpleañero tenía que soplar las velitas, y cuando las soplaba nosotros le decíamos, que tenía que probar la torta, siempre se les embarraba, ese momento yo recuerdo que era bastante alegre y en armonía que se extraña. La pandemia en realidad no nos ha permitido seguir haciéndolo. Esperemos que pase este momento para nuevamente volver a celebrar los cumpleaños del mes de nuestros colaboradores. 

Anfitriona: 

Es decir, en el área de concentradora se la pasaban muy bien en los cumpleaños y ahora cuéntenos, sabemos que Antamina está a la vanguardia en tecnología, ¿cómo la utilizan en su área de trabajo para estar al nivel de otros países? 

Teófilo Cruz: 

Mira que cada año se ve más cambios, se ve más tecnología, por ejemplo, trabajábamos con el equipo, solamente el mando que es del Shiploader y teníamos que poner un compañero en la parte alta que nos vengan a apoyar para que nos ayude con la pantalla, pero a veces no había personal en filtros para que nos presten, no teníamos apoyo y estábamos en apuros. Lo único que se hizo, se modernizó, entonces solamente introduzco todos los parámetros y nosotros mismos empezamos a operar desde abajo todo, los parámetros de los pesos, las velocidades de las fajas, y lo único que no tenemos acceso es lo que es del laboratorio para ver las calidades, entonces ese es el único que ya el supervisor se encarga de eso y él nos va pasando la voz siempre, estamos muy bien, continuamos así o sino él nos dice 2000 toneladas para hacer nuevas fórmulas. 

Anfitriona: 

¿Y qué nos cuentas Eleuterio sobre la tecnología? 

Eleuterio Rivera: 

Las tecnologías que estamos usando nosotros es interesante para lo que es la red industrial. Usamos lo que es un software que nos permite visualizar las tendencias de los equipos, cómo están funcionando. Ahí podemos ver desde amperajes, producción de planta, si está el status, si está detenido, si está trabajando de los equipos.  

El otro es el tema de los filtros , ya que tienen más o menos 20 años de operación, pero siempre estamos tratando de que estos filtros también tengan tecnología moderna y estamos actualizando constantemente el PLC para que esta comunicación no se caiga y esté entregando información importante en la operación. 

Anfitriona: 

Y es que la tecnología juega un papel importante en nuestro desarrollo para celebrar hoy nuestros 20 años. Queremos ahora que imaginariamente desde PPL le envíen un saludo a toda nuestra operación por este aniversario. 

Teófilo Cruz: 

Felicitar a Antamina, a nuestro CEO, a nuestro gerente general y a todos los que trabajamos en esta gran familia que es Antamina. Yo creo que estos 20 años Antamina ha contribuido bastante con su gente, con sus comunidades y con el país también porque ha desarrollado bastante sus áreas de influencia preparando personal, porque hemos generado bastante trabajo al personal que está en las zonas aledañas. Yo creo que Antamina ha marcado la diferencia, en ese sentido, con las otras empresas mineras y es un referente a nivel mundial. 

Eleuterio Rivera: 

Solamente decirles a mis compañeros que sigamos adelante con el mismo ánimo, el mismo empeño que estamos trabajando, cumpliendo con nuestros objetivos, tanto en seguridad como en producción, gracias a Antamina y sigamos adelante con los objetivos trazados. 

Anfitriona: 

Gracias Teófilo, pionero de Antamina y gracias Eleuterio por mostrarnos su calidad humana y un gran profesionalismo. Nos reencontramos la siguiente semana con más historias de pioneros en nuestro mes de aniversario.  

Historias Antamina: Juliane Rojas y Christian Socualaya son pioneros de las operaciones  en Antamina.

Historias Antamina: Juliane Rojas y Christian Socualaya son pioneros de las operaciones en Antamina.

Historias Antamina
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Historias Antamina: Juliane Rojas y Christian Socualaya son pioneros de las operaciones en Antamina.







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Descubramos más del trabajo desarrollado por Antamina a lo largo de estos 20 años a través del testimonio de Christian Socualaya, Supervisor de Dispatch y Juliane Rojas, Operadora de maquinaria pesada.

 

 

¿Cómo están amigos? Bienvenidos a un nuevo capítulo de Historias Antamina. Este es un podcast especial porque estamos de aniversario en octubre. Hace 20 años que se realizó el primer embarque de cobre al mundo desde nuestras operaciones en el año 2001, y qué mejor motivo para contarte las historias de los pioneros. Es decir, la de los colaboradores que nos acompañan desde que antamina iniciaba sus actividades, hoy están con nosotros Christian Socualaya y Julianne Rojas. 

Christian es Supervisor de Dispatch y controla las operaciones desde lo más alto y Julianne, quien opera las enormes maquinarias pesadas, teniendo también una visión impresionante de lo que sucede en la operación. 

Hola Julianne, Antamina cumple 20 años. Sabemos que llegaste pocos meses antes de que se hiciera el primer envío de cobre al extranjero. ¿Cuéntanos cómo fue ese inicio? ¿De dónde venías? 

Julianne Rojas: 

Estuve trabajando como secretaria de gerencia en una clínica en el distrito que yo vivo y de repente me dijeron que necesitaban secretarias para el policlínico de Antamina para Yanacancha, entonces postulé e inmediatamente me tomaron y estuve laborando más o menos entre 6 a 8 meses en el policlínico hasta que se cambiaran las políticas y pregunté si podía postular, y obviamente postulé para este cargo del plan piloto para mujeres. Son tantas cosas, tantas aventuras en 20 años.  

Cuando ingresé el 23 de julio, no fui la única, fuimos tres o cuatro muchachas que ingresamos en aquel tiempo y para todas nosotras era todo un reto, porque éramos las pioneras, era algo totalmente nuevo trabajar en operaciones indudablemente, la gente nos miraba toda curiosa, ¿qué íbamos a hacer? ¿Y cuál era la expectativa de nosotras? Si lo íbamos a lograr o no. Y lo que era un proyecto terminó siendo realidad hasta el día de hoy, porque inicialmente era un proyecto, no trabajaban las mujeres en el área de operación en mina, no había nada de eso, solamente era trabajo netamente de hombre. 

Anfitriona: 

Una verdadera pionera. Hoy se ha avanzado mucho en la inclusión. Pero presentemos a Christian. Si nos remontamos al 1 de septiembre de 1997, ¿qué significó este momento? 

Christian Socualaya: 

Gratos recuerdos, momentos de ansiedad por las dificultades, momentos de alegrías. Yo llegué más o menos a fines de agosto del año 1996, justo a tiempo para las exploraciones. El primero de septiembre, pasé para planilla en Antamina. Y desde esa fecha hasta la actualidad he visto crecer y cambiar tremendamente toda la mina, ver cómo se transforma la mina día a día. 

Anfitriona: 

Me imagino cuántas emociones han empezado a experimentar, son tantos años de vivencia. Sería interesante que nos cuenten cómo es un típico día de trabajo en sus actividades. 

Julianne Rojas: 

Cuando es de día, generalmente me levanto a las 4 de la mañana, y obviamente se hace pesadito levantarte a esa hora. Una vez que te levantas, preparas tu mochila, lo que tienes que llevar, te pones el uniforme, las botas, la casaca, el chaleco, lo que necesites para llevar a tu equipo. Una vez que termine, saliendo de mi cuarto, me voy rumbo al comedor. Antes de entrar al comedor, hay una dispensa de refrescos, agua, galletitas, te llevas una lonchera fría para todo el día, entonces una vez que llevas tu lonchera pasas unos molinos y entras al comedor. 

Una vez que entras al comedor, puedes comer frutas, cereales, café, té, comida y una vez que terminas, te enrumbas, subes a los buses que suben a la primera fase de la mina, que es a las oficinas donde hacen el reparto de equipo. Esto fue antes de pandemia. Hoy, post pandemia es diferente. La disposición de los equipos se daba de acuerdo a la fase en la que se encuentra tu equipo, te comentan quien será tu supervisor, te dan la charla de seguridad, subes a los buses y otra vez enrumbabas al punto de encuentro con tu equipo. 

Antes de subir a tu equipo, tú realizas tu vuelta al gallo, que es una revisión de seguridad a tu equipo donde tú puedes ver si ha estado dañado, si está malogrado, si ha tenido antes algún golpe, si tiene alguna fuga, cualquier desperfecto que visualmente puedas detectar. Una vez que has dado tu vuelta de seguridad, subes a tu equipo y comienza también la supervisión de tu equipo hacia arriba y ves cómo está conformado la zona que vas a trabajar, es una vista panorámica que tú haces y estás viendo qué sitio vas a laborar, cómo va a ser tu panorama durante todo el día. Cuando estás dentro de la cabina, te pones operativa con el Dispatch. Nosotros tenemos un sistema de Dispatch en la cual tú te pones tu código, te pones operativa y le dices al Dispatch que estás operativa, que estás en tal zona y empiezas a trabajar. 

Me faltó decirte que nosotros de 1 a 2, nosotros tomamos refrigerio, a veces los equipos auxiliares se quedan de vigilia ante una voladura, si es que está programada para ese día, entonces nosotros hacemos que no pase ningún equipo al área de voladura y estamos ahí, nosotros por radio nos comunicamos, está cerrado tal sitio, ya pueden proceder a la voladura. De ahí continuamos trabajando hasta las 7 de la noche que nos recoge el bus que nos lleva de nuevo a la primera fase, la oficina, donde nos escanean, y de ahí, posteriormente al campamento. Si quieres cenas o te vas a tu habitación, te bañas, puedes ver un rato televisión, hablar con tu familia y duermes. Así consecutivamente durante 5 días de día y después ya viene el turno de noche que cambia tu horario totalmente y no te levantas a las 4 de la mañana si no a las cuatro de la tarde.  

Anfitriona: 

Ante todo esto, ¿cómo se siente la familia en casa? ¿qué les dicen y que se ha podido alcanzar gracias al éxito de sus trabajos? 

Julianne Rojas: 

A ver cómo te lo explico y en pocas palabras, yo nunca me he podido quejar de Antamina porque les dio seguro a mis hijos, me dio mi seguro. He sacado a mi familia adelante, mis hijos son profesionales, le he dado mejor comodidad a mi madre, he logrado todo lo que yo he querido y gracias a Antamina. 

Lo que nadie dice es que también tenemos muchos sacrificios. Para mí, dejar a mi familia durante 10 o 15 días ha sido muy difícil porque a veces pierdes cumpleaños, día de la madre, día del padre, Navidad, Año Nuevo o cualquier festividad, fiestas patrias, Semana Santa. Durante 20 años se me ha perdido esa noción de festividades entonces, aunque no creas, pues tus hijos crecen con eso, pero mamá, tú no has estado, pero sí que has estado trabajando. 

Anfitriona: 

Claro, es que hay que hacer sacrificios. Cristian, Cuéntanos. 

Christian Socualaya: 

Mi hija, desde muy niña la traje a Moquegua y de ahí nos tuvimos que mudar a Lima, donde estuvimos buen tiempo, creció en ese ambiente, para mi hijo mayor también. Para ellos es muy gratificante saber que yo trabajo en esta empresa muy buena, he conseguido muchos logros aquí, muchas satisfacciones, muchas cosas que te hacen sentir bien. Para mí todo recuerdo de este momento que llegue, ahora eso ha cambiado mucho en mis hijos, mi esposa y sobre todo en mi porque me gusta lo que hago, ya no viajo más como al inicio que empecé, viajaba mucho y me separaba de mi casa tres meses, dos meses, cuatro meses.  

Cuando llegué acá, llegaba a mi casa, al mes, me acuerdo mucho, trabajaba en 28 por 7, hasta que empecé en Antamina trabajé 14 por 7, hasta que inicié en operaciones en el 99 y cambié a 10 por 10 como es hasta el día de hoy. En conclusión me va bien, me siento bien, con muchas veces de seguir dando todo lo que pude dar en todo este tiempo de cuatro años de servicio en la empresa. 

Anfitriona: 

Julianne, cuéntanos ¿cómo se vive la igualdad y el compañerismo entre equipo de trabajo? 

Julianne Rojas: 

Como mujer, te sientes satisfecha que estás logrando poco a poco tus metas, te sientes empoderada porque tu puedes demostrarle a cualquier mujer que si yo lo puedo hacer tú también. Nuestra finalidad es que trabajemos todos en equipo, en paz y armonía, trabajando con mucha seguridad, para que la empresa siga siendo una empresa de excelencia, como siempre ha sido. 

Anfitriona: 

Christian, ¿Cuál es tu sentir hacia la Antamina? ¿De qué manera sientes que estuvo contigo desde el inicio hasta hoy? 

Christian Socualaya: 

Me siento bendecido, lo he dicho y siempre lo voy a decir, tengo un trabajo muy bueno, muy pocos tenemos privilegio y la bendición de tenerlo. Me gusta ayudar al prójimo, que lo aprendí de niño, tengo dos hijos y dos nietos, tengo a mi esposa, tengo 32 años de casado. Me gusta lo que hago, el sistema te capta toda la atención porque llega ese momento en que te metes al 100% en el tema de la de la operación, en el cual el apoyo de campo hace mucho para que puedas hacer una buena gestión, control de la gestión de equipo, el correcto envío de materiales a los lugares determinados, la comunicación es constante vía teléfono, radial, por pantalla. 

Todos los equipos de mina tienen sistema de Dispatch y todos se comunican, si no es por radio, se comunican por pantalla. Hay una ventana de mensaje que es bien concurrida por todos. Evidentemente, he tenido mucha responsabilidad, pero al final de la jornada salimos satisfechos de haber hecho una buena gestión importante. 

Anfitriona: 

Julianne, Cristian, deben tener muchas anécdotas en todo este tiempo, compártanos algunas.  

Julianne Rojas: 

Yo me acuerdo de que la primera vez que operando, camión justo me tocó lluvia y yo no sabía que en la altura cuando ya baja la temperatura, hay helada. Entonces, yo tenía que frenar el equipo y, en vez de frenar, comenzó a darse vueltas como un trompo. Yo estaba con el camión cargado y la verdad, estaba yo preocupada de no hacerle daño al camión que venía en sentido contrario. Entonces yo no sabía cómo frenar el equipo y que terminará se me hizo largo el tiempo, hasta que frenó y justo pasó un compañero y no sabía si reírme o llorar porque estaba muy asustada. 

Entonces, cuando terminó el turno y me dijo qué pasó, no que el camión se comenzó a dar vueltas, son cosas que pasan, me respondió. Cuando caen los rayos, cuando comienza a nevar. La verdad, para mí Antamina es lo máximo.  

Christian Socualaya: 

Cuando me dijeron para venir, me acuerdo que en ese tiempo se hacían los famosos memorándums. Llegué con un memorándum acá, me presenté, entonces conversando del tema, de lo que se esperaba, así que una vez que vi cómo era el arreglo del proyecto y lo que había que hacer, el reto era, puedes hacer realidad Antamina. Es por eso que, después de todo el esfuerzo, de ir poco a poco vinieron las cosas sucesivamente. El envío del mineral para que llegue en buen estado fue un reto muy grande, así que nos lo propusimos. Estaba a cargo de todo lo que era la construcción de esos containers, un trabajo que se hizo en equipo con geólogos, soldadores, albañiles, carpinteros. 

Y el otro reto que tuve fuimos a ver la evolución de la laguna, un reto que asumí con mucha responsabilidad, como estoy acostumbrado a hacerlo, igual se hizo realidad, en esa operación el reto fue seguir avanzando en la minería. Mi abuelo fue minero y para mí fue una anécdota también. 

Anfitriona: 

Y volviendo a nuestra celebración. Imaginen que tienen una pantalla enorme, pasando todos los años de sus vidas aquí, y más específicamente los últimos 20 años. ¿Qué le dirían a Antamina que los acompañó en todo este camino? 

Christian Socualaya: 

Felicitaciones a cada persona que pasó por estos lares a dejar su esfuerzo porque muchos llegaron, muchos se fueron y pienso que muchos van a llegar aquí también y muchos nos tendremos que ir en algún momento. Entonces gracias por el esfuerzo que han dejado para que esta empresa sea grande. Y mientras siga aquí, continuaré dando lo mejor de mí. Solamente agradeceré a Dios y a las personas que confiaron en mí para seguir haciendo cosas buenas en esta empresa. 

Julianne Rojas: 

Antamina sigue hacia delante, no por 20 por 200 años más. Sigue enseñando a tu gente, sigue enseñando lo que lo que tú sabes hacer, tu buen trabajo, cuidando el medio ambiente, la seguridad, cuidando su gente, la verdad sigue cumpliendo con eso. Yo estoy orgullosa de ser Antamina. Estoy orgullosa de ser una trabajadora para Antamina, de verdad, una de las mejores minas del mundo. 

Anfitriona: 

Gracias Julianne. Gracias Cristian. Y como lo dijeron, que sigan siendo más años en Antamina. Gracias también a ustedes amigos por vivir esta celebración. Volvemos el siguiente jueves con más historias de pioneros, festejando los 20 años de Antamina. Hasta pronto. 

 

Historias Antamina: Doris López, supervisora de Dispatch y Minera del Bicentenario que controla la flota minera de Antamina.

Historias Antamina: Doris López, supervisora de Dispatch y Minera del Bicentenario que controla la flota minera de Antamina.

Historias Antamina
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Historias Antamina: Doris López, supervisora de Dispatch y Minera del Bicentenario que controla la flota minera de Antamina.







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Conversamos con Doris López quien nos cuenta más sobre su reconocimiento como una de las Mineras del Bicentenario por Women in Mining Perú y su visión sobre el rol femenino en el sector minero.

Hola amigos. Bienvenidos a Historias Antamina. Como recuerdan en un podcast anterior, conocimos a Peggy Peñaloza, una de las ganadoras del reconocimiento Mineras del Bicentenario. Hoy es un honor presentar a otra de nuestras compañeras, que también recibe este reconocimiento otorgado por Women in Mining Perú, en la categoría Operaciones y Mantenimiento. Ella es Doris López, una ingeniera joven que ya asume el cargo de Supervisora de Dispatch en nuestra familia Antamina 

Es importante comentarles que este reconocimiento de Women in Mining Perú se realiza con el fin de poner en relieve la labor de la mujer en la minería peruana, impulsando mejores prácticas corporativas y, por supuesto, inspirar a otras mujeres del sector. 

Hola Doris. Felicidades por el reconocimiento Mineras del bicentenario. Cuéntanos, ¿cómo inicias tu relación con la ingeniería? 

Doris López: 

Yo soy de Cajamarca que es una región minera y el año en el que yo iba postular a la universidad, recién se apertura la carrera de ingeniería de minas en la Universidad Nacional de Cajamarca, se crea gran expectativa sobre esta carrera, y es así que decido postular para ingresar a esta carrera. Sin embargo, siempre hubo gente que trataba de desanimarme, decirme que la minería, la ingeniería, no es para las mujeres, que no va a haber trabajo, pero creo que a lo largo de los años he ido demostrándome y a los demás, de que elegí bien, y que la minería es para todos.  

Para llegar al puesto de supervisora tuve que escalar poquito a poquito, primero al egresar de la universidad, encontrar las prácticas, yo hice mis prácticas preprofesionales en minera Yanacocha y al terminar la universidad, ingresé a Compañía Minera Goldfields, que también es en Cajamarca a hacer un año de prácticas en el área de operaciones, es ahí donde aprendo el tema del Dispatch y toda la gestión de la flota. 

Al terminar mi año de prácticas se abre un puesto de Supervisor de Dispatch y me brindan la oportunidad, confiando en mi talento, confiando en mi capacidad, me brindan la oportunidad de quedarme como supervisora y trabajo 3 años como Supervisora de Dispatch en Goldfields para adquirir la experiencia que me permitió llegar hasta Antamina. 

A Antamina llego en febrero de este año, muy contenta, ya era una de las mejores empresas del Perú, una de las compañías más grandes del mundo, feliz de haber asumido este reto de haber logrado alcanzar una de mis metas, que era trabajar en una empresa tan brillante como es Antamina y todos los años que he adquirido la experiencia de aprendizaje, de cometer errores, de aprender de ellos, me permiten llegar así a Antamina y desempeñarme también como Supervisora de Dispatch, pero ya en gran minería. 

Anfitriona: 

Y ya que nombras gran minería, la labor del Dispatch, es decir, de todo el equipo, también debe ser ardua. Coméntanos, ¿cuál es la importancia del Dispatch en una operación como Antamina y cuál es la labor del supervisor de esta área, que es el puesto que tienes a cargo? 

Doris López: 

El Dispatch es el área que gestiona, controla, optimiza tanto la flota de carguío, acarreo y los equipos auxiliares que se tiene en la operación. Es decir, nosotros, desde el despacho, coordinamos constantemente y en tiempo real, con todos los equipos que mueven el material, tanto el mineral como el desmonte de la mina y coordinamos directamente con los operadores y supervisores en campo para lograr mejorar la productividad de los equipos y alcanzar las metas de producción que tiene la compañía. 

El Dispatch se podría decir que es el cerebro de la mina, porque nosotros tenemos una visión general de cada movimiento que tienen los equipos a nivel general en toda la operación. Entonces un Dispatch que gestiona, coordina y optimiza bien el control de los equipos de la flota que se tiene en la operación, va a generar ganancias para la compañía porque va a generar mayor productividad de los equipos y por ende mayor producción, que es lo que se quiere. Pero sobre todo con seguridad chequeando que los frentes de minado sean correctos, que las velocidades sean las adecuadas, que cualquier reporte de condición subestándar sea corregido en el acto, para que continuemos teniendo una gestión que cuide la integridad de los trabajadores. 

Un supervisor en esta área coordina prácticamente durante todo el turno todo el movimiento de los equipos, el movimiento del material, los destinos del material, el mineral que va a ir a la chancadora, el desmonte, las capacidades de las descargas, las rutas, el movimiento de las balas y cualquier otra necesidad que se presente para corregirla de inmediato o para mejorarla y utilizarla. 

Anfitriona: 

Doris, por lo que comentas, son varios procesos los que se realizan en la operación. Cuéntanos ¿cuáles son los indicadores de productividad? ¿Qué es todo lo que mides y revisas, al final del día, y puedas decir ha sido una jornada productiva? 

Doris López: 

Los indicadores de productividad que nosotros manejamos prácticamente son los principales indicadores bajo los que la empresa va a medir la producción. Si bien la meta al final del turno, al final del día, es cuántas toneladas se han movido tanto de mineral, de desmonte; sin embargo, esta producción general se evalúa bajo indicadores de productividad que son la producción, la tasa de excavación que tienen las palas, la capacidad de producción que están teniendo, el tiempo de cuadrado de los camiones, el tiempo de carreo de las palas, la utilización de los camiones, la utilización de las palas.  

La utilización se mide bajo el tiempo operativo que tenemos de todos los equipos, el tiempo que estamos aprovechando de este tiempo disponible y que nos va a reducir la utilización, las memorias que podemos tener, algún standby que se pueda presentar en la operación. Y eso es lo que no se quiere, maximizar la utilización, valga la redundancia, para evitar usar el máximo tiempo posible de los equipos en campo. 

También tenemos otro indicador que es la disponibilidad mecánica, que básicamente nos dice el tiempo que nosotros tenemos de los equipos disponibles y aptos para trabajarlos que nos va a reducir la disponibilidad mecánica. Mientras un equipo más se malogre o más esté en taller, más fallos tienen campo nos va a reducir la disponibilidad mecánica, lo que no se quiere. Se quiere tener la mayor disponibilidad mecánica para contar con estos equipos. En realidad, esos son los indicadores principales, lógicamente, con cero incidentes, en el tema de la seguridad. 

Anfitriona: 

Wow, es una ardua labor la que realizas y ¿cómo te has sentido en Antamina como minera, como supervisora y compañera de mujeres que también trabajan con mucho ahínco, desarrollando en equipo diferentes funciones en la operación? 

Doris López: 

Desde que yo estoy aquí en Antamina, me ha dado mucho gusto encontrar a bastantes operadoras mujeres manejando camiones gigantes, manejando perforadoras, equipos auxiliares, tractores. Es muy gratificante ver a mujeres manejando máquinas tan grandes, y admirarlas también. Ahora, desde mi puesto, por ejemplo, en el tema de la supervisión, sí ha sido un gran avance también para la compañía, integrar a parte de las operadoras que se tienen campo y a supervisoras a las guardias, yo sido una de las primeras en integrarme a las guardias de operaciones como supervisora. Guardias somos alrededor de 6 a 7 supervisores en total y pues en cada guardia es el número similar. En mi guardia soy la única mujer y en otras guardias también ya están integrando mujeres, lo cual es muy bueno.  

¿En qué ayuda esto? En realidad, un equipo diverso, un equipo con mayor amplitud de la visión de los problemas, del panorama que se presenta, va a ser un equipo más productivo. Entonces, la participación femenina en un equipo de trabajo es muy importante, mejora el clima laboral, hace un equipo diverso, maximiza la productividad del equipo, genera un espacio más armonioso, respetuoso, con diversidad de opiniones, con diversos enfoques de ver las cosas, con mayores aportes en la solución de problemas y en realidad es muy beneficioso que Antamina esté apostando por esto y poco a poco seamos más mujeres las que nos estemos empoderando en esta empresa y también estemos aportando para lograr los objetivos que tiene la compañía.  

Anfitriona: 

Tienes mucha razón, un equipo con mayor amplitud en la visión de los problemas va a ser más productivo. Cuéntanos, ¿cómo es tu equipo de Dispatch y cómo visualizas la equidad de género que se vive en Antamina? 

Doris López: 

Creo que Antamina tiene una visión de equidad de género que lo está aplicando, que lo está demostrando, y yo estoy dando testimonio de ello. Antamina me ha abierto las puertas de par en par, los compañeros que me he encontrado aquí, me han dado la confianza necesaria y me han ayudado a empoderarme aún más y a desarrollar muchas más capacidades como supervisora para poder seguir desarrollándome como profesional. También dándome la confianza necesaria para poder aportar también al equipo y que en realidad la capacidad de las personas no depende de si seas mujer o hombre, el talento no depende del género, sino de las habilidades, de las capacidades que tú desarrolles, de tu inteligencia y de las ganas que le pongas a todo lo que te propongas, alcanzar tus metas y a aportar a la empresa para poder alcanzar los objetivos generales que tenemos.  

Anfitriona: 

Por otro lado, vamos al escenario donde eres reconocida como una Minera del Bicentenario por la Women in Mining Perú. ¿Cómo recibiste la noticia? 

Doris López: 

Muy contenta de que mi historia fuera elegida como una de las más destacadas en esta categoría, simplemente lo que les estoy comentando a ustedes, yo me considero una, una ingeniera que todavía tiene mucho por aprender, joven pero con muchas ganas de aportar a Antamina, con muchas ganas de seguir creciendo y que sigan mi historia e inspirando a otras mujeres a lograr sus sueños, y a demostrarse a sí mismas y a los demás de que lo que uno se proponga, lo puede lograr, siempre y cuando tenga la convicción de que es capaz y de que nada le va a limitar. 

Anfitriona: 

¿Qué les dirías a muchas mujeres que están empezando y conociendo recién el mundo de la minería? Tal vez algunas con un poco de miedo o viendo el camino, algo difícil para sobresalir y en general a todas las mujeres y varones que también pueden ser agentes de cambio. 

Doris López: 

Diría de que si desean hacerlo, lo van a lograr, que si se lo proponen, lo van a lograr. La minería es un rubro muy bonito, muy interesante que te va a aportar no solo a tu profesión, sino también a tu calidad de persona, y de que se animen tanto mujeres como hombres a ser agentes cambio, a participar de generar mayores oportunidades e igualdad de condiciones tanto para hombres como para mujeres, que si ya cada uno vamos hablando de esto, generando esto, impulsando que las mujeres y los hombres somos iguales en capacidades, que todo depende de las ganas que le pongamos, vamos a generar un ambiente más equitativo y una sociedad que no te discrimine por ser hombre o mujer, sino que al contrario, te apoye a desarrollarte en el campo que tú desees y simplemente con las ganas que tú le pongas. Espero que mi historia sea escuchada por muchos y también compartan las suyas. 

Anfitriona: 

Claro Doris, por nuestra parte vamos a seguir compartiendo más historias. Gracias por compartirnos tus experiencias, tu sentir y tu actitud, y gracias por representarnos con este gran logro como Minera del Bicentenario. Hasta una nueva oportunidad. 

Y a ustedes amigos, muchas gracias por seguirnos. Los esperamos el próximo jueves con un nuevo podcast. Historias Antamina. 

 

 

Historias Antamina: El talento de la mujer en la minería peruana actual.

Historias Antamina: El talento de la mujer en la minería peruana actual.

Historias Antamina
Historias Antamina
Historias Antamina: El talento de la mujer en la minería peruana actual.







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Conversamos con la Ingeniera geóloga Peggy Peñaloza quien nos cuenta su camino y los cambios que va observando en la inclusión de la mujer en el sector minero. 

 

Hola amigos, ¿cómo están? Bienvenidos a Historias Antamina. Hoy los invitamos a conocer la historia de la ingeniera geóloga Peggy Peñaloza y su amplia trayectoria como mujer minera. Ello al ser reconocida recientemente como Minera del Bicentenario por Women in Mining, organización que resalta la labor de la mujer minera en nuestro país. Peggy felicitaciones por este reconocimiento al mérito a tu excelente desempeño como ingeniera geóloga, pero cuéntanos, ¿cómo nace ese gusto y luego pasión por la ingeniería y la geología?  

Peggy Peñaloza: 

Es un poco anecdótico. Siempre, desde pequeñita sabía que quería ser ingeniera de la UNI. No tenía claro mucho la especialidad, ya que en mi vida personal no tengo antecesores que hayan sido netamente ingenieros. Mi anhelo desde pequeñita, creo que es parte de la anécdota, que lo quisieron mis padres, fue alimentarme de ideas, de ser profesional ingeniero. Desde que tengo uso de razón, yo quiero ser ingeniero de la UNI. No había otra Universidad para mí. 

En el transcurso del estudio, de la Academia, cuando me estuve preparando, tuve un profesor que netamente era de aritmética, recuerdo bien que ingeniero geólogo y él nos comentaba bastante de lo que desarrollaba en el campo, de cómo iba y las experiencias de su trabajo, súper interesante. Cuando me toca a postular a la universidad, me decidí por esa rama. En el transcurso de la rama, me di cuenta que eso era lo mío, me encantaba todo lo que hacía. Era el reflejo de lo que quería hacer realmente y desempeñarme en adelante y hasta ahora siento mucha satisfacción en ello. 

Anfitriona: 

Y ahora, ¿qué sentiste al recibir esta gran distinción como Minera del Bicentenario, a propósito de los 200 años de vida republicana de nuestro país? 

Peggy Peñaloza: 

Orgullo y honor de poder representar a la mujer minera, básicamente llegar a ser parte de este gran grupo de Mujeres Mineras del Bicentenario ha sido un logro enorme porque ha sido un resultado del trabajo, esfuerzo, en general, que representa a muchas mujeres por abrirnos este camino a pesar de tantas adversidades, el que signifique también entrar al mundo minero, que normalmente ha sido dominado en sus inicios por hombres. 

Anfitriona: 

De hecho, es un logro enorme porque no solo ha sido una lucha como mujer, sino ser consciente de la gran importancia que ocupa la geología dentro de la industria minera y dar lo mejor. En ese contexto, detállanos ¿Cuál es la importancia de la geología en nuestro día a día? Porque no solo está relacionada con la minería.  

Peggy Peñaloza: 

Principalmente, me apego a la riqueza territorial porque la mayoría de los materiales que empleamos en nuestro día a día tienen un origen mineral. Por ejemplo, el vidrio de las ventanas, el cemento e incluso elementos electrónicos que componen un celular. Todos ellos han tenido origen en la geología como un punto de partida. Finalmente, la geología es la ciencia que se encarga de la exploración de yacimientos minerales de hidrocarburos, petróleo, vale decir, descubrir yacimientos petroleros, el gas natural y también de la evaluación de recursos hídricos subterráneos, básicamente, que tienen que ver con la hidrogeología. 

También es para detectar las zonas seguras. Vale decir, si deseamos construir casas, puentes o alguna otra obra pública, lo primero que se debe hacer es un estudio geológico de la zona, permite conocer el suelo, la composición, etc. Con ello, conociendo el tipo de roca que tienes, podemos elegir los materiales y técnicas adecuadas de construcción para que sea totalmente seguro y se prevenga consecuencias graves. 

Eso con respecto a esos dos temas. También la geología permite, como te mencioné, estudiar el movimiento y comportamiento del agua en acuíferos, entonces con ello contribuyen al hallazgo e identificación de agua que sea de alta calidad, para el consumo. Por ejemplo, hace poco estuve en el norte, donde se ha visto ojos de agua que se percolan y salen por niveles cercanos a la playa, donde se está pensando acumularla y a copiarla para el uso de regadío, por ejemplo, de jardines o a través de un tratamiento idóneo, poderlo usar para consumo humano en zonas donde carecen de agua. 

Es súper importante la geología definitivamente para eso. Además, también para la prevención de catástrofes, por ejemplo, con el estudio geológico se puede prever cual es la etapa de revisión volcánica para poder evitar que haya algún desastre natural o básicamente preveer a la gente y poderlas llevar a zonas seguras. Si hubiera mayor estudio geomorfológico de poblaciones vulnerables o que están ubicados, definitivamente se evitaría lo que ha sucedido antiguamente en huaicos, donde ha inundado casas, etc. 

Anfitriona: 

Y volviendo a nuestras operaciones, ¿Qué papel desempeña la geología en la minería? 

Peggy Peñaloza: 

Definitivamente, pienso que es importante para la industria el tema de ubicar los minerales, lo que se requieren para la demanda. Básicamente las actividades de geología y control de minerales son fundamentales para las operaciones mineras, cuyo objetivo principal finalmente va a ser definir los tipos de materiales dentro de la mina. También los destinos de esos materiales, los que se envían irán a proceso o que se envía a acopio o a los botaderos. Todo ello basándose en data de información geológica. Básicamente es la importancia de la geología en la industria minera.  

Anfitriona: 

En relación a ello, ¿cuál ha sido tu experiencia como ingeniera geóloga?Como indicaste, también fuiste parte del rubro de hidrocarburos. 

Peggy Peñaloza: 

Yo vengo de varios años de experiencia en diferentes empresas mineras, los primeros años me desempeñé como ingeniera geóloga en minas de socavón, es súper interesante el nivel de seguridad que se debe tener en ese aspecto. Luego me entero de que Antamina estaba ya a punto de cerrar una campaña de logueo y diamantina, básicamente por la exploración que se tiene dentro del tajo y es donde yo me presento postular que bueno dentro del grupo, quedamos al final si no me equivoco, seis chicos y yo.  

Entonces postulamos, nos invitaron para una entrevista en la mina, en el tajo, tuve que viajar para ello. Nos evaluaron los diferentes ingenieros, nos llevaron a campo, finalmente me sorprendió porque justo cuando llegaba a Lima después de esta entrevista, yo súper contentan independientemente de si salía elegida o no porque había conocido la operación muy linda, me quedé admirada del tajo y de todo el yacimiento que tenían y toda la organización que tenían. 

Llego a casa y la primera llamada que me llega es de recursos humanos diciendome que había sido elegida. Feliz, motivada más allá de lo que significan Antamina, era poder participar de una hermosa organización como la que acaba de conocer, independientemente yo entre solo para una campaña de tres meses que era como te digo, cierre de campaña, pero feliz de la vida, de conocer más y aprender más del yacimiento. Y se dio la oportunidad de que me pudieran subir a la operación justo poquito antes de finalizar mi contrato de los 3 meses y me terminé quedando realmente más de 17 años. Es increíble que haya ido solo por 3 meses 

Anfitriona: 

Peggy, ¿qué se siente ser minera y ser parte de Antamina? ¿qué sueños has alcanzado en todo este tiempo de trabajo como ingeniera geóloga? 

Peggy Peñaloza: 

Definitivamente, me da mucha alegría trabajar en una empresa que ha bordado y aborda un programa completo de equidad y participación de la mujer. También logró ver con mucho orgullo que muchas de mis colegas mujeres, que actualmente están en Antamina han logrado y siguen logrando éxito y reconocimiento en sus áreas de trabajo. Por ejemplo, como geólogo, básicamente me desempeño en campo y en gestión netamente el área geología, pero ahora estoy viendo proyectos de mejora continua a nivel empresarial, a nivel empresa, me han permitido crecer enormemente como profesional, como persona y conocer mucho más allá de lo que la geología me permitía ver. Asimismo, el poder brindar mayor aporte a mi área en conocimientos netamente operativos, que eran finalmente mi rubro. 

Sin duda ser mujer y trabajar en el rubro minero es orgullo, poder no solo trabajar en este rubro, sino también poder destacar y resaltar en una actividad que años atrás ha sido mayoritariamente desarrollada por hombres. Básicamente dado por los patrones que se vivían desde épocas remotas, porque se pensaba que una mujer daba mala suerte para descubrir el mineral, entre otras cosas. Definitivamente cuando yo entro en Antamina, no encontré nada de esto. Al contrario, como te comenté, se me dio la oportunidad y es más, ya tenía colegas geólogos que ya años antes habían entrado a la empresa. 

Anfitriona: 

Y es que actualmente la mujer está ganando más participación en la industria minera. Es el caso de Antamina, donde se valora el desempeño de la mujer para que siga desarrollándose como profesional y persona. Según datos de Women in Mining del 2020, en Perú, la participación de las mujeres en minería es de 6.4%. En el caso de Chile es de 9%, mientras que en Canadá y Australia este indicador ronda el 20%. En ese sentido, se espera que las empresas mineras alcancen porcentajes hasta del 50% en las próximas dos décadas, según estudios. 

Peggy cuéntanos, ¿hay alguna anécdota que recuerdes de tu experiencia como mujer minera que haya significado una motivación para seguir con tu carrera? 

Peggy Peñaloza: 

Estuve trabajando un tiempo para empresas petroleras, cuando pasó a rubro minería, llego y me encuentro con una minería subterránea, donde estaba totalmente prohibido que una mujer ingrese por lo mismo que te comentaba, las mujeres la mala suerte para el encuentro mineral, entre otras cosas más supuestamente. Pero, en ese momento que yo llego a minería, básicamente era dominado por el tema de los operadores. 

En el caso de ingenieros supervisores míos hay algunos que habían cambiado de opinión. O sea, ya no pensaban igual y ellos, de alguna forma querían darnos la oportunidad de entrar a la minería porque finalmente somos geólogos y debíamos estar en campo, no en una oficina, y para darnos la oportunidad, nosotros ofrecimos y fue aceptado disfrazarnos como hombres. Momentos muy fuertes en las cuales bajábamos por la jaula, que es la especie del ascensor para poder entrar a niveles inferiores y entre hombres, y tratar de no hablar para que no se diferencie. Así terminamos un período de trabajo y en algunos casos prácticas, desarrollar como geólogos que somos de campo. 

Anfitriona: 

Pero que tal anécdota Peggy. Y es que es cierto, hace muchos años era inadmisible que una mujer opere dentro de un yacimiento. Y ahora, ¿cómo ves el actual contexto de la mujer en la ciencia y en el desempeño de su labor, como por ejemplo de la geología y otras especialidades de la minería? 

Peggy Peñaloza: 

Año a año veo que egresan más mujeres de estas especialidades de minería, en comparación de años anteriores, hablo de las carreras de minas, geología propiamente y metalurgia. Por ejemplo, en mi promoción, fui la única chica, todos eran varones y yo fui la única mujer. Después ya vi que empezaron a preceder más chicas, por ejemplo, el año siguiente vi que egresaron tres. Y así he visto a las últimas promociones de 6, 7 y últimamente ya casi mitad chicas, mitad varones. O sea, si está habiendo mayor interés, pero siento que todavía hay una brecha que debemos de cubrir, por ello considero que es súper importante dar a conocer y difundir a nivel académico que existe un gran campo laboral para la mujer en el ámbito minero, definitivamente. Pienso que si lo promovemos dando a conocer desde el nivel académico, colegios, academias, entre otros, se va a poder integrar. 

También es importante que se promueva a nivel empresarial, el facilitar el acceso en igualdad de oportunidades para la mujer, para que podamos demostrar que realmente tenemos las capacidades como se ha dado en mi caso. 

Anfitriona: 

Peggy, tu presencia en la minería es un gran indicador de que el lugar de la mujer está siendo cada vez más valorado, ¿qué le dirías a muchas mujeres que en su desempeño a veces se encuentran obstáculos personales y profesionales? 

Peggy Peñaloza: 

Considero que lo más importante es pensar que nada es imposible, que todo es alcanzable con esfuerzo, constancia y sacrificio. Si bien es cierto que como mujer se nos demanda mayor esfuerzo, es posible alcanzar nuestras metas si así lo requerimos. No se rindan si tienen metas, a pesar de que podamos encontrar trabas en el camino, sigamos luchando, sigamos insistiendo que el que persiste lo logra y finalmente, a los caballeros y a todos en general, darnos las oportunidades básicamente para poder seguir saliendo adelante en este rubro, a nosotras las mujeres, requerimos que nos den las oportunidades y estoy segura que lograríamos mostrar todas nuestras capacidades. 

Anfitriona: 

Nuevamente saludamos su reconocimiento por Women in Mining como Minera del Bicentenario, un orgullo más para la familia Antamina. Damos las gracias a la ingeniera geóloga Peggy Peñaloza por permitirnos conocerla y gracias a TI por seguirnos hasta el final en otra más de nuestras Historias Antamina. Nos despedimos deseándote muchos éxitos. Hasta pronto. 

 

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