Historias Antamina
Historias Antamina
La minería y su compromiso con el desarrollo productivo de sus áreas de influencia.
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Conoce como la minería impulsa a sus áreas de influencia buscando el desarrollo productivo y su sostenibilidad. Angélica Vásquez nos muestra como Antamina contribuye para que las comunidades logren prosperidad y una mejor calidad de vida mediante actividades económicas que generan cadenas de valor.

 

 

 

Hola amigos, ¿qué tal? ¿cómo están? Bienvenidos a un nuevo episodio de Historias Antamina. 

Angélica Vázquez es la coordinadora de Desarrollo Económico de Antamina y hoy la tenemos con nosotros. Hola Angélica, ¿cómo estás? 

Angélica Vásquez: 

Hola Sergio, un gusto de conversar contigo. 

Anfitrión: 

No Angélica, al contrario, muchas gracias a ti por darte el tiempo para conversar con nosotros. Cuéntanos un poquito, ¿qué es el Área de Influencia Operativa? Y, ¿cuál es esta área?, precisamente para Antamina. 

Angélica Vásquez: 

En Antamina trabajamos más allá de nuestra área de influencia directa, nosotros trabajamos en lo que denominamos el Área de Influencia Operativa (AIO) que son los distritos en los cuales tenemos infraestructura asociada a la operación, como son las líneas de transmisión eléctrica, la carretera, el mineroducto, el mismo puerto.  

Anfitrión: 

Perfecto. Por otro lado, hay un término que es el de vocación productiva, sobre el cual vengo escuchando hace algún tiempo ya, tú ¿podrías explicarnos Angélica sobre lo que significa este término? 

Angélica Vásquez: 

Vocación productiva viene a ser esa capacidad que tiene el territorio, esa aptitud, esa característica especial que tiene el territorio, en cuanto a la producción que nos ofrece en nuestra región y sobre todo en nuestra área de trabajo. 

Anfitrión: 

Y precisamente, la compañía desarrolla una relación con las comunidades de su área de influencia. Esto es lo que llamamos el modelo multiactor. ¿Quiénes son los principales actores a los que hay que llegar y con quiénes hay que lograr esta estrecha colaboración para articular este desarrollo que todos queremos? 

Angélica Vásquez: 

Nosotros tenemos un modelo multiactor en el cual el eje, el centro del desarrollo, es el gobierno local al cual nos sumamos los diferentes actores. El Estado a través de sus entidades competentes, en temas de desarrollo productivo, SENASA, el INIA, el Centro Internacional de la Papa, el mismo MIDAGRI, el Ministerio de la Producción con los cuales podemos articular también los diferentes programas que promueve el Gobierno regional, la Cooperación Internacional, la empresa privada. Entonces es trabajar en conjunto con los líderes locales, los emprendedores, sobre todo estos líderes positivos, que juntos podamos establecer una visión de largo plazo e implementar paso a paso y lograr, pues, el desarrollo de todo este territorio que tanto apreciamos. 

Anfitrión: 

Esa visión en conjunto, esa visión a largo plazo de la que hablas es sumamente importante. Y aquí podemos mencionar la necesidad de desarrollar cadenas de valor, podrías explicarnos ¿qué es precisamente esa cadena de valor?  

Angélica Vásquez: 

La cadena productiva y la cadena de valor son dos miradas. La cadena productiva toma en cuenta la producción desde la tierra, desde el trabajo en campo. La cadena de valor toma este enfoque de cadena productiva y lo enlaza en función a la demanda del mercado, es decir, producir, pero orientado a un mercado que está interesado en lo que producimos.  

Anfitrión: 

Y precisamente, ¿cómo Antamina contribuye con esa cadena de valor? 

Angélica Vásquez: 

Bien, en tema de desarrollo productivo, tenemos muy claro que tenemos que construir y desarrollar cadenas de valor que tengan el mayor potencial de desarrollo y eso está muy asociado a la vocación productiva. Es así que en nuestro AIO tenemos identificado cadenas de valor de alto potencial a nivel regional, inclusive frutícola, pecuario, derivados lácteos. Tenemos cadenas de valor de textilería, en temas de cultivos de papa y también estamos muy abocados a identificar y fortalecer cadenas emergentes, es decir, que otras oportunidades se podría aprovechar y desarrollar tomando en cuenta las tendencias del mercado. 

Anfitrión: 

Esto que mencionas, tiene que ver con un nuevo modelo de responsabilidad social. El enfocarse en el desarrollo sostenible justamente. ¿Cómo definirías esto: Desarrollo sostenible?  

Angélica Vásquez: 

Un desarrollo sostenible quiere decir que se puede sostener en el tiempo por sí mismo, aprovechando los recursos del territorio, pero a su vez cuidando que se mantengan, que permanezcan, que puedan estar disponibles para las siguientes generaciones. No solamente lo vemos como infraestructura que se instala, sino también el poder generar esas destrezas, conocimiento para poder administrar bien los recursos del entorno, sobre todo la gestión del agua. De esa manera, vamos a poder promover un desarrollo económico, pero a la par de un manejo adecuado de los recursos del territorio. Ese es nuestro principal interés. 

Anfitrión: 

Correcto, ahora, la pandemia ha afectado al país en muchos aspectos. Con todo esto, ¿qué retos tuvieron que enfrentar ustedes? y ¿cómo se afectó la producción y los proyectos que Antamina ya venía impulsando? 

Angélica Vásquez: 

Los proyectos que estaban en curso, en temas de desarrollo productivo, al 15 de marzo sufrieron un giro, yo digo ahora, al día de hoy, positivo. Tuvimos que demostrar alta capacidad de respuesta porque en cuanto se declararon las primeras cuarentenas se vieron afectados fuertemente la cadena de suministros, es decir, los insumos para el productor y la posibilidad de poder sacar la producción hacia el mercado. Y el pequeño productor nunca dejó de producir, sin embargo, la cadena de suministros se afectó y se elevaron los costos de transporte. El talento local del territorio, que estaba en formación, tuvo que asumir un rol de protagonista de continuar con el asesoramiento técnico para que no pare la producción, y sobre todo la producción de calidad. El talento local del territorio con la pandemia creo que merece un alto reconocimiento, así como nuestros profesionales del sector salud. El talento local de la región de nuestro AIO, en especial el valor que han demostrado en estos tiempos de pandemia. Asimismo, los programas tuvieron que implementar nuevas tecnologías, aplicar las plataformas virtuales para que los especialistas senior, que estaban un poco distanciados del productor por motivos de cuarentena, pudieran seguir dándole el soporte a través de los promotores locales y de los técnicos locales.  

Anfitrión: 

Han sido cambios realmente inesperados, nadie se esperaba que pasara esto. ¿Hay algún otro que recuerdes? 

Angélica Vásquez: 

Otro, no giro, pero estrategia que se tuvo que implementar en la primera etapa de inicio de pandemia era una estrategia de alta capacidad de respuesta, y luego una estrategia de reactivación. Y para eso, conjuntamente con nuestros socios estratégicos, se generaron programas para apoyar a la micro y pequeña empresa, y a las cooperativas para brindarles asesoría que permitiera aprovechar las oportunidades que el gobierno empezó a implementar a través de los programas públicos, financiamientos para reactivación, tal como adecuarse en el tema de protocolos de bioseguridad para poder reactivar su negocio. Todo eso fue un gran reto y ahí algo que destacamos de esta etapa de pandemia es que las redes de colaboración se fortalecieron entre todos nuestros socios estratégicos y líderes comunales.  

Asimismo, las redes familiares, locales, los productores, las familias que estaban dentro de nuestro AIO, mandaban alimentos a sus familias en Lima, en las grandes ciudades de la costa. Eso mostró cómo en momentos de crisis, tenemos la capacidad de responder en conjunto. Eso creo que ha sido uno de los mayores aprendizajes de esta etapa y cómo nuestros proyectos en curso brindaron soporte. Asimismo, como en una etapa de reactivación, también se generó oportunidades de facilitar capital de trabajo para poder recuperar un poco el capital en animales, el que pudieran tener acceso a insumos y que no pierdan, porque durante la pandemia los restaurantes de cuyes ya no funcionaban, y los cuyes se acumulaban, se enfermaban y morían. Entonces un productor que había hecho tanto esfuerzo por crecer empezó a perder por la mortandad de los animales. 

Anfitrión: 

¿Y cuál consideras que ha sido el factor de éxito en todo este proceso? 

Angélica Vásquez: 

El poder brindar asesoría para una rápida adaptación, creo que un factor de éxito para poder salvar este oleaje de pandemia es tener una alta capacidad de adaptación. Redes de colaboración y la implementación de tecnologías virtuales para poder sostener un proceso de asistencia técnica en el territorio. 

Anfitrión: 

Y en esta red efectivamente, el sector privado también cumple un papel importante. 

Angélica Vásquez: 

Por supuesto, ahí yo quisiera destacar también otra gran lección que nos ha dado esta pandemia en positivo, o sea, empresas privadas de la región que, sumadas a redes de colaboración, empezaron a brindar asesoría técnica sin costo para dar estos programas de reactivación, pero también a priorizar productos locales y nacionales, y eso se ha dado a nivel nacional.  

Anfitrión: 

Bueno, desde aquí queremos primero felicitar a las comunidades que se han comprometido con su crecimiento y también con el desarrollo para lograr su bienestar y mejorar su calidad de vida. Queremos felicitar y agradecer a las autoridades también que se comprometen y a Antamina, que apoya proactivamente y muy decididamente también estos proyectos. Este es un trabajo en conjunto, volvemos a repetir. Te agradecemos muchísimo Angélica por darte el tiempo de conversar con nosotros. 

Angélica Vásquez: 

Gracias Sergio por la invitación. 

Anfitrión: 

Nuevamente a ti, esperamos tenerte pronto otra vez Angélica con nosotros. Hasta luego amigos. 

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